¡5 Alimentos peligrosos para gatos que debes evitar!

A todos nos encanta que nuestras mascotas peludas nos regalen de su compañía y cariño y lo que los hace más especiales es que, para ser francos, no piden nada a cambio. Sin embargo, no dejan de ser seres especiales con una capacidad para manifestar sus emociones bastante sorprendente, por esta razón, nosotros debemos quererlos y en la mayor medida esforzamos por retribuirles un poco con cariño y por sobre todo con el cuidado. En esto entra principalmente en los hábitos de alimenticios, ¿Conoces cuáles son los alimentos peligrosos para gatos ?

Lo menos que se puede esperar si realmente apreciamos a nuestras mascotas, es que sientan que pueden estar tan bien con nosotros, así como nosotros disfrutamos con ellos. Pero ocurre algo interesante, quizá por ese afán de esmerarnos en la atención hacia nuestros animales, pasamos por alto que ellos son una especie totalmente distinta, por ende la alimentación de los gatos es diferente a la nuestra.

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Por este motivo, decidimos brindarte en el siguiente artículo una serie de aspectos importantes que debes tener en cuenta con el cuidado de tus gatitos, sobre todo en los alimentos que pueden ser dañinos para su salud y correcto desarrollo. Puede que a nosotros nos resulte un plato muy apetitoso y rico en valores, pero no siempre ocurre lo mismo con los felinos, de hecho, mucho de lo que acostumbramos a compartir con ellos, tiende a ser peligroso para su salud con el paso del tiempo.
Mininos alimentados

Conoce los 5 alimentos peligrosos para gatos

Existen alimentos que debemos evitar darles a nuestros gatitos consentidos para que a largo plazo no desarrollen peligrosas enfermedades, toma nota de los siguientes alimentos peligrosos para gatos.

  1. Sal, azúcar o especias:

Sucede que tanto la sal, el azúcar y las especias que acostumbramos a echarle a nuestras comidas, como la carne o las ensaladas, forman parte de nuestra dieta y aún para nosotros consumirlos en exceso puede ocasionar cierto problemas bastante serios. Y aunque queramos darle un pequeño gusto a nuestro gato no tiene porqué prepararse de la misma manera.

Realmente no son sustancias que aporten nada beneficioso para el felino y no las necesitas. Estos ingredientes están relacionados con la hipertensión los problemas digestivos y otras enfermedades que podemos evitar si los excluimos.

       2. Cafeína, teobromina y teína:

Esto a lo que se refiere realmente es al café, al chocolate y al té. A nosotros nos encanta, y puede favorecer en buena medida nuestro sistema hormonal, pero los gatos no necesitan ingerir cafeína. Por el contrario, les afecta considerablemente su sistema digestivo.

  1. Cebolla y ajo:

Tanto la cebolla como el ajo, al igual que el puerro, están relacionados con la destrucción de glóbulos rojos; es decir, estos peligrosos alimentos pueden provocar anemia en los mininos.

  1. El aguate:

Este puede contener grasas saludables para lo humanos, pero en el gato, ocurre todo lo contrario. En definitiva, el aguacate no es para los gatos

  1. El alcohol:

Si hablamos de alimentos peligrosos para los gatos, definitivamente el alcohol lo es. ¡Jamás des alcohol a ninguna mascota!
Gatitos cuidados

Otros alimentos dañinos para mi mascota

  1. El atún y otros pescados crudos:

Nos pasamos toda nuestra vida viendo en dibujos animados y en demás campañas publicitarias que nos enseñan que el mayor placer para los gatos es el pescado y sobre todo el atún. De hecho, aún lo podemos observar en envases de alimento para mascotas, comida enlatada para gatos y demás insumos donde se enfoca la imagen del felino persiguiendo un buen trozo de pescado crudo.

Pero lo cierto es que nada puede estar más lejos de la realidad. En apartados anteriores algo hemos dicho de esto, y es que para los gatos el pescado crudo en general y sobre todo el atún suelen ser bastante apetitosos por su aroma, pero el consumo prolongado de este puede acarrear serios problemas en los mininos, tanto en su crecimiento como en su salud una vez que alcanzan la adultez

En efecto, los gatos son animales carnívoros por naturaleza, y que el pescado se lo comerán en un instante, y es que de hecho puede formar parte de su dieta, pero y siempre existe un pero, por ninguna razón hagas de esta su única dieta, por mucho que tu gato se acostumbre a comer. Lo ideal es habituarlos a comer distintos alimentos de forma variada para que pueda mantener un equilibrio en su sistema.

Con respecto a las consecuencias del pescado, por una parte, es importante que se tenga muchísimo cuidado, pues en su estado crudo es muy fácil que contenga ciertas bacterias altamente perjudiciales para el felino; pero ¡OJO! eso no es todo, por si fuera poco, también contiene una enzima que se encarga de destruir la vitamina B1, esencial para la correcta evolución del organismo de los gatos.

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El mito del atún enlatado

 No, no y no. Porque el atún aunque no esté crudo y haya sido procesado de forma industrial, no indica que se eliminan los riesgos, al contrario, se alteran de una manera increíble. La lata contiene químicos y conservantes que afectan la salud del gato.

  1. «La leche es lo que le encanta los gatos»:

Al igual que el pescado, nos han hecho creer que la leche es otro de esos alimentos excelente para el gato, que, en ausencia de la leche materna, una taza con leche para humanos hemos resuelto el problema y estamos dándole lo mejor a nuestro gatito.

¡Error! No porque los gatos toleren la leche de su madre, quiere decir que tolerarán la leche de otra especie y mucho menos, muchísimo menos, si ha sido tratada para el consumo de los humanos. Lo mismo se ha popularizado con respecto a los perros y lo cierto es que, seguir tomando leche después que son destetados puede ocasionarle serios problemas digestivos y producir parásitos.

Sin embargo, toda regla tiene su excepción, al igual que el pescado, el gato puede consumir leche pero en un período bastante breve y no en grandes cantidades, quizás solo para ir acostumbrado al minino a comer comida sólida. Aunque en el mejor de los casos, conviene evitar la leche en su dieta.

  1. «La comida para perros y la comida para gatos es igual»:

Esto es completamente falso, puesto que los requerimientos nutricionales del gato son muy distintos a los de los perros; porque los amigos peludos necesitan niveles un poco más altos de proteínas que los perros. Los gatos requieren tener incorporado en su dieta un aminoácido al que se le conoce como «taurina»; mientras que los perros no necesitan de ese aminoácido en la dieta debido a que su organismo tiene la capacidad de sintetizarlo, proceso que no se presenta en los gatos, por tanto, ambos productos contienen componentes distintos.
Alimentación balanceada de gatos

¡Dato importante!

Un gato que se esté alimentando con una dieta baja en «taurina» es muy probable que desarrolle enfermedades cardíacas, así como otros problemas de salud que pueden ser bastante graves. Es por esto que en la actualidad la mayoría de los alimentos balanceados que se producen para el consumo de gatos, se componen del agregado del aminoácido taurina.

Igualmente, los felinos requieren de una concentración aún mayor de vitamina A en sus comidas, cosa que no sucede con los perros, porque estos tienen la capacidad de metabolizar el beta-caroteno como su fuente de vitamina A, y lamentablemente eso no ocurre con nuestros gatos.

Los gatos no tienen la posibilidad de sintetizar un ácido graso llamado araquidónico y debe ser complementado en los alimentos que disponemos para ellos; y en relación con los amigos caninos, no es esencial tener este ácido graso en su dieta, así que, si a tu gato le estás dando de comer de manera rutinaria la comida del perro, porque resulta más práctico y consideras que es más sabrosa o saludable, lo que estás logrando realmente es que el gato esté recibiendo una dieta deficiente en muchos de los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del metabolismo.

4. Los huesos de pollo: 

Tal como ocurre con los perros, a los gatos les encantan los huesos de pollo, más cuando en casa los acostumbramos a alimentarse de todo lo que nosotros solemos comer, lo que se convierte en un verdadero dolor de cabeza para los veterinarios. (Esto ocurre con casi todas las mascotas que empiezan a ser tratadas como un miembro más de la familia).

Lo que ocurre con los huesos de pollo bien sea que estén hervidos, asados o en el peor de los casos, crudos, es que son alimentos peligrosos para gatos y no precisamente se debe a algún componente natural del pollo, que pueda convertirse en tóxico para el animal, sino que se trata de un tipo de hueso que se puede astillar con mucha facilidad. Al igual que sucede con las espinas del pescado, pueden causar daños en la boca y aparato digestivo de los felinos y en algunos casos necesita la intervención del veterinario.

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